En artículos anteriores hablábamos
de la dificultad de establecer el peso
de la formación del profesorado en los resultados del alumnado. Por un
lado se apuntaban algunas razones como, la diversidad de opciones para la
formación inicial y posterior entrada en la profesión, la formación permanente
y continua de cada profesional, la cultura, valores y actitudes personales, las
condiciones de trabajo, el salario, etc. Por otro, los datos que proporciona la
investigación se refieren, fundamentalmente a las puntuaciones obtenidas por el
alumnado en exámenes de disciplinas como Matemáticas, Lectura y Ciencias,
quedando al margen el ámbito más propiamente humanístico de la Educación como,
el aprendizaje de valores y actitudes (respeto entre personas y a las normas,
empatía, solidaridad, equidad, participación, igualdad de derechos, etc.).
Pues bien, en este punto parece
oportuno tratar sobre los diferentes modelos y procedimientos de formación del
profesorado en su fase inicial, es decir, la preparación para la profesión,
antes de iniciar el trabajo propiamente dicho en los centros educativos no
universitarios.