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jueves, 10 de marzo de 2016

ACTITUDES DEL PROFESORADO Y RENDIMIENTO. 1. Introduccción


1.       Introducción
Después de dos meses de ausencia, por distintas circunstancias, retomo la tarea que, a lo largo de varios artículos, intentará afrontar el espinoso tema de la relación entre actitudes del profesorado y rendimiento académico de los estudiantes no universitarios.
A continuación se exponen en unas pocas líneas algunos rasgos definitorios de las actitudes, para aclarar de qué estamos hablando, aunque sin entrar en profundidad.
El concepto actitud lo define la Real Academia de Lengua, en su segunda acepción, como disposición de ánimo manifestada de algún modo. Desde esta perspectiva podría decirse que cualquier manifestación a favor o en contra de un objeto, persona, grupo, idea, etc., presupone una actitud.
Desde el punto de vista de la Psicología Social (este tópico se ha estudiado intensamente desde principios del siglo pasado) suele decirse algo parecido con algunos matices. Así, para Jean Stoetzel[1], la actitud designa la manera según la cual una persona se sitúa con relación a un objeto de valor; siendo ese objeto tan variado como se apuntaba en el párrafo anterior. Distintos autores como David Krech y otros[2] amplían el campo y apuntan hacia aquello que determina las actitudes: los conocimientos, los sentimientos y las tendencias reactivas de las personas.