Pasada la vorágine de opiniones en
medios de comunicación oral, escrita y visual alrededor de los resultados del
último informe PISA correspondiente al año 2015, sexto de la serie que comenzó
en 2000, publicado el 9/12/2016, después que supuestamente la ciudadanía ha visualizado el ranking y leído o escuchado
diferentes opiniones al respecto, posiblemente habrá concluido que España va
mal, Castilla y León va bien y con recortes la educación va mejor.
La verborrea de algunos políticos y
comentaristas les lleva a exagerar la importancia de las puntuaciones y su
clasificación, “arrimando el ascua a su sardina”, apuntándose méritos que no
les corresponden, denotando, a veces, una gran ignorancia sobre la
significación estadística de los datos y,
por otro lado, otros protestando y culpando de las malas notas a sesgos
intencionados en la selección de los centros participantes.