Pasada la vorágine de opiniones en
medios de comunicación oral, escrita y visual alrededor de los resultados del
último informe PISA correspondiente al año 2015, sexto de la serie que comenzó
en 2000, publicado el 9/12/2016, después que supuestamente la ciudadanía ha visualizado el ranking y leído o escuchado
diferentes opiniones al respecto, posiblemente habrá concluido que España va
mal, Castilla y León va bien y con recortes la educación va mejor.
La verborrea de algunos políticos y
comentaristas les lleva a exagerar la importancia de las puntuaciones y su
clasificación, “arrimando el ascua a su sardina”, apuntándose méritos que no
les corresponden, denotando, a veces, una gran ignorancia sobre la
significación estadística de los datos y,
por otro lado, otros protestando y culpando de las malas notas a sesgos
intencionados en la selección de los centros participantes.
También han aparecido, al igual que en
otras ocasiones, artículos de estudiosos del ámbito educativo bien
fundamentados[2]
y análisis de organizaciones sindicales[3] que
expresan con gran objetividad el sentido y valor del resultado de este examen,
en el que participa una muestra del alumnado de 15 años escolarizado en
Institutos de Educación Secundaria y en colegios privados.
En esta ocasión la muestra examinada se
presenta en la tabla que sigue:
Alumnado 15 años escolarizado
|
Alumnado
examinado
|
% alumnado
examinado sobre alumnado total
|
Nº. de centros
participantes
(incluye
públicos y privados)
|
|
Total
internacional
|
535.791
|
18.541
|
||
Total España
|
440.084
|
37.205
|
8,4
|
980
|
Castilla y
León
|
18.004
|
1.858
|
10,3
|
57
|
Fuente:
Elaboración propia a partir de datos del volumen I del informe PISA 2015 y de
la página web de la Consejería de Educación de Castilla y León[4].
El porcentaje de alumnado examinado en
relación con el total escolarizado es del 8,3 en España y del 10,3 en Castilla
y León, lo que supone una muestra suficiente para obtener puntuaciones y
conclusiones de carácter general.
Ahora bien, aquí quiero señalar, acaso
debería decir subrayar (porque la mayor parte de estas aportaciones ya las han
hecho y dicho otros en algún momento, de una u otra manera), algunas claves
para entender mejor el informe PISA y especialmente los resultados de Castilla
y León. Y de esto tratan los puntos siguientes.
1. FORTALEZA
Y DEBILIDAD DE LOS INFORMES PISA
Utilizar
los datos del informe PISA[5]
no significa estar de acuerdo con su planteamiento técnico, sus objetivos,
contenidos y los sesgos derivados de la naturaleza de la institución que los
promueve, la OCDE (Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Nada que objetar al derecho de los
países a reunirse en torno a objetivos declarados y avanzados en el propio
título, en la frase que identifica a la institución. Aquí solo quiero dejar
constancia de que el interés del organismo está teñido del color neoliberal que
emergió con fuerza en el mundo desarrollado de
los años .80 del siglo pasado, siendo la Educación un objetivo instrumental en función de los propiamente
económicos.
Veamos en primer lugar los puntos fuertes:
a) El informe procede de una investigación que
técnicamente reúne suficientes requisitos para ser considerada fiable.
b) El hecho de realizarse, en el caso del último
(2015), sobre 72 países del mundo le concede una importancia capital por la
posibilidad de algún tipo de comparación entre los participantes.
c) La extraordinaria muestra total de alumnado
examinado que asciende a 535.791 (en España 37.205) añade un plus de validez al
proceso y resultados.
d) La posibilidad de que las Comunidades Autónomas
españolas aumentaran la muestra con objeto de obtener datos suficientemente sólidos
referidos a sus territorios (17 CCAA lo hicieron) permite matizar los
resultados del conjunto de España.
e) El procedimiento de obtención de los datos de
rendimiento del alumnado a través de exámenes “ad hoc”, realizados en el propio
centro y no a partir de las notas que proporciona el profesorado, agrega un
punto de objetividad a los informes.
En
cuanto a los puntos débiles tenemos:
a)
Estos
informes, aunque no olvidan totalmente esa parte tan importante de la Educación que constituyen los hábitos,
actitudes y valores relacionados con el ejercicio de la convivencia, como el
uso de la libertad, los deberes y derechos ciudadanos, la forma de afrontar los
conflictos, etc., la relegan a un papel secundario y de estudio muy indirecto,
y lo mismo ocurre con el contexto.
b)
No
se abordan los posibles efectos de la metodología
en las aulas.
c)
Se
sacan conclusiones contundentes sobre los resultados aunque la serie solo ha
estudiado los últimos 15 años, sin tener en cuenta la situación de partida de
cada territorio hace 30 ó 40 años. Si tenemos en cuenta que el estado de bienestar alcanzado en los
países del Oeste europeo tardó en conseguirse más de 35 años, desde el fin de
la 2ª Guerra Mundial hasta aproximadamente los años .80, alcanzando, por
ejemplo, niveles de escolarización y titulación antes desconocidos, se impone
la cautela a la hora pontificar sobre el efecto de las políticas educativas,
cambiantes y en bastantes casos de tendencia neoliberal, aplicadas en el curso
de unos pocos años.
d)
La
presentación de los resultados en un ranking ordenado de mayor a menor
puntuación, como si fueran los participantes en una carrera ciclista, sin
especificar de manera preferente el significado de las diferencias (10 puntos,
por ejemplo, son una diferencia poco o nada significativa), induce, a causa del
efecto de halo, a valoraciones erróneas, teniendo en cuenta que muchísimos lectores
solo atienden al gráfico de la clasificación obviando el conjunto del informe.
e)
Las
grandes diferencias culturales entre unos países y otros, en algunos casos
extremas (como las existentes entre el Oeste europeo y el extremo oriental del
continente asiático), imposibilitan de hecho una comparación directa (aunque
las puntuaciones son aprovechables de otras maneras).
f)
La
extracción de datos del estatus social, económico y cultural de las familias se
obtiene por declaraciones del alumnado obviando
medios más objetivos.
g)
No
se relacionan los resultados con la renta per cápita de cada país o región,
aunque sí con la inversión educativa.
h)
No
explica avances y retrocesos significativos de algunos países.
Otros
aspectos que sí explicita el informe, pero que ni los medios de comunicación,
ni las autoridades administrativas han puesto de manifiesto y permitirían
aclarar algunas dudas son:
a)
El
procedimiento de selección de la muestra se realiza por una comisión nombrada
al efecto, independiente de los países participantes, existiendo la posibilidad
de los centros de no aceptar entrar en el examen; esta libre aceptación es
igual para todos los países.
b)
También
indica que al menos el 0,5% del alumnado puede ser excluido del examen por el
centro, en función de discapacidad, insuficiente conocimiento de lengua, o
importantes dificultades de aprendizaje. Esta condición es igual para todos los
países, llegando en algunos casos a porcentajes de exclusión bastante más
altos.
c)
Los
datos estadísticos publicitados por los medios de comunicación y por las
Administraciones esconden algo que sí dice el documento, aunque no en lugar
destacado, “las diferencias entre los alumnos de un mismo centro son más altas
que las existentes entre centros diferentes”. Esto quiere decir que existen
factores relacionados con las condiciones personales y sociofamiliares del
alumnado que son altamente determinantes de los resultados.
El
balance entre lo positivo y negativo es de suma “0”, es decir, lo importante es
realizar análisis e interpretar los datos de manera crítica, teniendo en cuenta
todos los matices expuestos y posiblemente otros que aquí no se han señalado.
2. SOBRE
LAS PUNTUACIONES DEL INFORME PISA 2015
De acuerdo con el catedrático de
Sociología Julio Carabaña[6],
analista y editor de distintos artículos al respecto, los resultados de PISA son
muy estables a lo largo del tiempo y las diferencias de 5 a 10 puntos no son significativas,
incluso las de 20 puntos no estarían indicando grandísimas diferencias. Según
él, “seguiremos donde estábamos”.
Tabla
PISA resultados 2009-2012-2015 en Cultura Científica (CC), Matemáticas (MA) y
Lectura Comprensiva (LE)
Sistema
Orientado
a
|
País o
Comunidad
Autónoma
|
2009
|
2012
|
2015
|
|||||||
CC
|
MA
|
LE
|
CC
|
MA
|
LE
|
CC
|
MA
|
LE
|
|||
Resultados
+ exámenes
|
Reino Unido
|
514
|
492
|
494
|
514
|
494
|
499
|
509
|
492
|
498
|
|
EE. UU.
|
502
|
487
|
500
|
497
|
481
|
498
|
496
|
470
|
497
|
||
Valores
básicos
- exámenes
|
Finlandia
|
554
|
541
|
536
|
545
|
519
|
524
|
531
|
511
|
528
|
|
Francia
|
498
|
497
|
496
|
499
|
495
|
505
|
495
|
493
|
499
|
||
Alemania
|
520
|
513
|
497
|
524
|
504
|
508
|
509
|
506
|
509
|
||
Suecia
|
495
|
494
|
497
|
485
|
478
|
483
|
493
|
494
|
500
|
||
España
|
488
|
483
|
481
|
496
|
484
|
488
|
493
|
486
|
496
|
||
Castilla y León
|
516
|
514
|
507
|
519
|
509
|
505
|
519
|
506
|
522
|
||
Madrid
|
508
|
496
|
499
|
517
|
504
|
511
|
516
|
503
|
520
|
||
Fuente: Elaboración propia a partir de informes PISA
2009, 2012 y 2015
En la tabla precedente he querido
mostrar los resultados de los últimos tres exámenes de la serie PISA, de
algunos países y regiones españolas. Se trata de una selección incidental
porque incluir un número superior o todos haría inviable el objetivo que
pretendo.
Se han separado los dos primeros, UK y
EEUU, por su orientación general neoliberal y a resultados a través de numerosos exámenes al alumnado, del resto,
países europeos con orientación general a
valores básicos, en los que
los exámenes cobran menor importancia.
En primer lugar, puede apreciarse la
estabilidad de las puntuaciones. Esto es patente en la mayoría de los
seleccionados y clarísimo en el caso de España y las dos regiones relacionadas,
Castilla y León y Madrid.
En segundo lugar, llama la atención que
en los países europeos de cultura continental (no anglosajona), las
puntuaciones son parecidas o más altas (Finlandia, Alemania, Castilla y León y
Madrid) que las de los países anglosajones, lo que, a mi juicio, explica que el
sistema de reválidas y exceso de exámenes externos no promueve mejores
resultados en los ámbitos examinados.
Por estas razones no se entiende cómo el
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte[7]
español, titulaba los resultados del PISA 2015 en su página web, el día
6/12/2016, de manera triunfalista, de
esta manera, España rompe la brecha educativa y se sitúa, por primera vez en la
historia, al nivel de los países más avanzados del mundo. Como puede juzgarse
por la tabla anterior, las puntuaciones de España y sus Comunidades Autónomas
eran parecidas hace tres y seis años, con gobiernos de distinto signo y leyes
educativas diferentes, lo que revela la demagogia del titular.
De ahí deriva la conveniencia de leer
los informes originales con objeto de
evitar la confusión que este anuncio puede haberle provocado a más de uno. Como el objetivo de este
artículo es tocar solo algunos aspecto del tema y no realizar un análisis
exhaustivo, pasaré a comentar algo sobre Castilla y León, la región donde
resido.
3. PISA
2015 EN CASTILLA Y LEÓN
Esta Comunidad Autónoma comprende
un territorio muy extenso, 94.225 km², habitada por 2.480.000[8]
personas lo que supone una densidad de población de 26 habitantes por km,
repartidos en 2248 municipios (1724 menores de 500 habitantes) con un PIB per
cápita de 22.289 €, parecido o ligeramente inferior a la media nacional
española
El
número de Institutos de Educación Secundaria (públicos) es de 189 y los
Colegios Privados Concertados 92, aproximadamente 2/3 y 1/3 del total
respectivamente. El número de alumnos se reparte también poco más o menos en la
misma proporción. Los centros privados se encuentran en núcleos de población
importantes, en zonas netamente urbanas. La población rural establecida en
municipios de menos de 1.000 habitantes alcanza la cifra aproximada de 500.000
habitantes, es decir, una quinta parte del total de la Comunidad Autónoma,
población muy envejecida, a la vez que muy dispersa y con escaso censo en edad
escolar, estudiantes que son atendidos en los Institutos de Educación
Secundaria públicos.
Es
cierto que las puntuaciones conseguidas por los estudiantes en las diversas
series del PISA son bastante superiores al promedio español, superan a las de
países del entorno europeo y se acercan, en este último examen, a las de la
ejemplar Finlandia. En otros exámenes realizados exclusivamente en territorio
español como la Evaluación de Diagnóstico en 2º de Educación Secundaria
Obligatoria del año 2010[9], los
resultados de esta comunidad Autónoma también fueron destacados respecto del
promedio español y de otras Comunidades Autónomas, de la misma manera que otras evaluaciones
internacionales como TIMSS 2015 en Educación Primaria, todo lo cual avala o confirma
los resultados de PISA.
Habría
que añadir que el informe de resultados que hace la Junta de Castilla y León[10], sí
se detiene en determinadas aclaraciones que no hace la publicación del MECD,
por ejemplo, cómo debe hacerse la lectura de las puntuaciones para distinguir
entre diferencias significativas y no significativas, la explicación comprensible
de la distribución por niveles de rendimiento en las distintas materias
examinadas, el rendimiento de alumnos repetidores e inmigrantes, etc., que
facilitan la asimilación al ciudadano común. Este esfuerzo es la primera vez
que se hace y preciso es reconocerlo.
Ahora
bien, el triunfalismo del consejero de Educación, Sr. Rey, al comunicar el
contenido del informe a los medios de comunicación no está justificado y menos
algunas de las frases grandilocuentes pronunciadas, que figuran en dicho
documento, como, Los resultados globales
sitúan a Castilla y León en el primer lugar de España y 7º del mundo, Castilla
y León pasa a situarse en lectura por encima de Corea del Sur y Japón, etc.
Aunque los datos lo refrendan, es demasiado presuntuoso presentarlos así porque
otras Comunidades Autónomas están al mismo o parecido nivel, al igual que otros
países de nuestro entorno y podría ocurrir que el próximo PISA de 2018, las
cuentas no salgan tan favorables como en esta ocasión. No cabe duda que los
“recortes” terminarán pasando factura.
Por
otro lado, como hemos podido ver, estos mismos resultados ya se produjeron en
2009 y 212, ¿a qué viene tanta alharaca?
Se
afirma en la prensa, a partir de comunicaciones de la Consejería, que este
éxito se produce porque en las escuelas rurales hay pocos alumnos y muchos
profesores, es como si tuvieran clases particulares, dicen. Es
justo que haya escuelas en los pequeños núcleos de población y los profesores
trabajan tan bien como los de las zonas urbanas, pero en una muestra
estratificada como esta (público, privado, rural, urbano, etc.), la población
de 15 años de zona rural puede llegar aproximadamente al 20/25% del total, de
donde se deduce que el mayor peso de los examinados reside en zonas urbanas,
donde también hay buen hacer por parte del profesorado aunque los grupos de estudiantes
sean más numerosos.
La
investigación (siempre datos estadísticos), al margen de PISA, según Angulo (2013)[11]
indica que los mejores resultados de rendimiento se encuentran en centros
relativamente grandes y en zonas urbanas.
Poco
o nada se dice del factor estadísticamente más importante relacionado con el
rendimiento del alumnado, el famoso ESCS (estatus socio cultural y económico
familiar) que, en este caso, al igual que en todo el mundo, se hace patente de
este modo: cuando se divide al conjunto de estudiantes en “cuartiles” (cuatro
partes) en función del índice ESCS, resulta que la diferencia entre el cuartil
inferior (492 puntos) y cuartil superior (549 puntos) es 57 puntos, que según
los cálculos que hacen los teóricos diseñadores del programa PISA equivale a
dos años de escolaridad y esto sucede a pesar de que discapacitados, alumnos
con importantes problemas de aprendizaje y aquellos que no conocen
suficientemente el idioma son excluidos del examen. Es en esta fracción de
rendimiento inferior, que fundamentalmente está escolarizada en centros
públicos donde es necesario poner más esfuerzo en recursos profesionales y
seguramente de otro tipo, en lugar de reducirlos como ha sucedido a lo largo de
los últimos cinco años.
Me
parece muy positivo que los resultados de centros públicos y privados estén
igualados y que la autoridad administrativa lo reconozca, y a muchos nos
gustaría que se olvidaran ya de las comparaciones con países del oriente
asiático y del área cultural anglosajona, porque como se puede apreciar a lo
largo del tiempo, no es necesario hacer muchos exámenes externos, reválidas,
etc., para que al alumnado progrese adecuadamente. Todo esto ha sucedido en
Castilla y León con leyes de Educación como la LOE y con gobiernos de la nación
de izquierdas y de derechas.
Para
terminar quiero hacer referencia a la conexión existente entre resultados de
PISA y desempleo. Quiero empezar por hablar de la falsedad del argumento que
exponen algunos políticos y empresarios que ponen la “carga de la prueba” del
desempleo en la deficiente formación de los españoles. Todos sabemos que una
mejor formación promueve más oportunidades de empleo y es loable el intento de
los estudiantes por formarse bien, pero si pensamos en los estudiantes de
Castilla y León que hace nueve o doce años participaron con éxito en el examen
PISA y que hoy tienen entre 24 y 27 años, buena parte de ellos con formación
universitaria, algunos emigrados a otras regiones o países donde se reconoce su
valía, y comparamos con las cifras que proporciona la Encuesta de Población
Activa del año 2015, que nos muestra que los españoles menores de 30 años que
se encuentran en situación de desempleo asciende al 33% (sin entrar en la precariedad del empleo de
los que consiguen trabajar), concluiremos que algo va muy mal en este país y no es exclusiva responsabilidad de
la fuerza de trabajo. Atónitos quedamos algunos cuando miramos a países como
Suecia y Noruega, cuyas puntuaciones en PISA son notablemente inferiores a las
de Castilla y León, parecidas al promedio español, y comprobamos que su índice
de desempleo es la tercera o cuarta parte del de aquí. Ya sabemos que estos
países son hoy más ricos que España, pero hay otra cultura a la hora de
entender el trabajo y las relaciones laborales que permiten esos envidiables
índices.
A
veces me pregunto si algunos políticos, financieros y grandes empresarios que
diseñan y dirigen la economía, quizás deberían hacer alguna prueba específica en
la que pudieran demostrar su competencia social, su compromiso con la sociedad,
a fin evitar el desequilibrio actual, que no solo ocurre en España.
[1] OECD
(2016). PISA 2015 Results (Volume I). Excellence
and Equity in Education. PISA, OECD
Publishing, Paris.
https://www.oecd.org/publications/pisa-2015-results-volume-i-9789264266490-en.htmINFORME PISAhttps://www.oecd.org/publications/pisa-2015-results-volume-i-9789264266490-en.htm
[2] Martín, Elena (2016). PISA, ni
el mal ni la palabra de dios. Artículo aparecido el 06/12/2016 en “eldiario.es”.
[3] Secretariado STECyL-i (2016). Comunicado sobre informe PISA 2015.
Boletín, año 6, nº. 193, de 9 de diciembre de 2016.
[5] El informe PISA 2015, volumen I,
comprende 494 páginas en lengua inglesa, pero el informe conocido publicado por
el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en español contiene
solamente 23 páginas, con muy pocos
datos, como no puede ser de otra manera, y no permite colegir algunas
conclusiones que sí se encuentran en el informe general. Esperemos que el MECD
lo amplíe en algún momento.
[6] Carabaña, J. (2013). Repetición de curso y puntuaciones PISA
¿cuál causa cuál? PISA 2012, Informe Español. Volumen II: Análisis
secundario.
[8] Datos del año 2012.
[9] Ministerio de Educación (2011). Resultados de la Evaluación de Diagnóstico.
2º de ESO. Instituto de Evaluación, Madrid.
www.institutodeevaluacion.educacion.es
[10] JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN (2016).
PISA 2015 CASTILLA Y LEÓN. Avance de
resultados. Consejería de Educación. Dirección General de Innovación y
Equidad Educativa. http://www.comunicacion.jcyl.es/web/jcyl/Comunicacion/es/Plantilla100Detalle/1281372091663/_/1284680016670/Comunicacion
[11] Angulo, J. A. (2013). Cultura Organizacional, Clima y Liderazgo en Organizaciones Educativas.
Tesis doctoral, Universidad de Valladolid.
Muy buen artículo. Ayuda y anima a la reflexión y a cuestionarnos lo que lanzan los medios, movidos muchas veces por intereses no precisamente educativos
ResponderEliminarMuchas gracias.
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