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lunes, 5 de mayo de 2014

Ley de Autoridad del Profesorado: una Ley absurda

     Hoy entra en vigor la Ley que presuntamente otorga "Autoridad" al profesorado de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. ¿Es que antes no la tenía? ¿Acaso ha aumentado la delincuencia dentro de los centros escolares de la Comunidad Autónoma? ¿Ya no sirven los Planes de Convivencia? ¿Ya no es suficiente con el Reglamento de Régimen Interno de los centros? ¿Cuál es el motivo de fondo de su aprobación?

     Empezaremos por el final. La principal justificación de esta Ley es distraer al profesorado y a la Comunidad Educativa en general, de los importantes problemas que conlleva la política de ajuste económico (recortes de profesorado fundamentalmente), que veremos reflejados explícitamente en un futuro próximo, si la situación no se corrige. En segundo término queda el propósito de dar carnaza al grupo minoritario del profesorado que confunde "autoridad" con "autoritarismo".


     Un efecto mucho más intenso en el refuerzo de la "autoridad"  del profesorado se habría producido si el propio Presidente de la Comunidad Autónoma o su Consejero de Educación hubiera rebatido con vigor a la Secretaria de Estado de Educación en las numerosas ocasiones en que ha descalificado al profesorado de manera generalizada.

     Ya lo creo que el profesorado tenía autoridad antes. Quizás hace falta que la Administración refuerce el trabajo colegiado del colectivo en los centros cuando ha de abordar situaciones conflictivas. Algunos habíamos entendido que ese era el interés de la actuación preventiva de los Planes de Convivencia. Parece una incoherencia que mientras los informes de la Consejería sobre la "convivencia" en los centros nos muestran una situación formidable, exitosa, exenta de conflictos graves (y esto es algo que nos creemos), ahora nos diga que para mantener la paz hace hace falta esta ley. No es de recibo.

     Por no alargar el artículo no voy a entrar en algo que la mayoría de profesorado sabe y está sobradamente estudiado, en el ámbito educativo la autoridad no se otorga, se conquista y se hace colegiadamente, no individualmente.  

     
     

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Totalmente de acuerdo, Juan Antonio.
    Señala Daniel Pennac en "Mal de escuela" que el verdadero reto de nuestro educativo es cómo ayudar a los alumnos en riesgo de quedarse descolgados académicamente o que ya lo están (esos “cancres”, en francés, o “cangrejos”, que en vez de ir para adelante, van de lado e incluso para atrás)… y que muy a menudo se nutren de las clases sociales más desfavorecidas.
    Conceptualizaciones como “calidad”, “cultura del esfuerzo”, “reforzar la autoridad del profesorado” constituyen cortinas de humo para esconder la desigualdad de oportunidades y la interpelación que nos plantean los alumnos que se quedan al margen; inviértase más en educación y en formación del profesorado, y póngase más coraje y corazón y trabajo cooperativo: estas eran la reivindicaciones de la Institución Libre de Enseñanza y de los renovadores republicanos españoles ya a finales del XIX y primer tercio del siglo XX. ¡Qué pena que un siglo después nuestros regidores utilicen nuevos ropajes para intentar hacernos olvidar la inequidad y la amargura de los fracasados!
    Ánimo con el blog y ánimo con el análisis, el inconformismo y la esperanza.

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