El nivel socioeconómico
Como
continuación del último artículo referido a la influencia del nivel formativo de los padres,
abordamos el siguiente aspecto que es el nivel socioeconómico de la familia.
El nivel económico familiar “per se” no
tiene fundamento alguno como causante de un mejor rendimiento escolar, pero
dicho esto, se ha podido comprobar que una economía más desahogada suele ir
acompañada de un nivel de estudios familiar más alto, de un ambiente social más
culto y estimulante (relaciones familiares, facilidad de acceso a eventos
culturales, etc.), de más recursos materiales (libros, computadoras, lugares de
estudio apropiados, etc.), de recursos profesionales de apoyo cuando resulta
necesario (profesores particulares), de asistencia a colegios privados donde
los más desfavorecidos y necesitados son escasos o brillan por su ausencia, y
podrían añadirse algunos más de similar importancia. Esto es así en España y en
el resto del mundo, especialmente en los países con sistemas económicos más
ultraliberales donde la desigualdad es más patente.
Naturalmente
esto no obsta para que familias con menor nivel económico consigan con su
esfuerzo y el de sus hijos, aprovechando las oportunidades que les da el actual
sistema educativo español (habría que decir cada vez más reducidas en los
últimos años), alcanzar cotas de éxito educativo, pero hay que decir que estadísticamente
están en minoría y más cuando se trata de la población en riesgo de pobreza,
que aumenta cada día.
En
definitiva, los hijos de familias acomodadas no nacen más inteligentes que los
demás, pero se crían en un ambiente más favorable y con muchas más
oportunidades para alcanzar el éxito.
Aunque todo
lo dicho parece de sentido común, conviene conocer el resultado de algunas de
las numerosas investigaciones o estudios que lo atestiguan.
En 1965,
a instancias del Gobierno Federal de los EEUU, se realizó un macroestudio que
comprendía más de 800.000 alumnos de 6º y 8º grado de la Escuela Elemental de
todo el país, relacionado con la “igualdad de oportunidades” en Educación
Pública, que fue dirigido por Coleman[i] y
realizado en poco más de un año, publicándose el correspondiente informe en
1966, del que podía extraerse entre otras conclusiones que los antecedentes
económicos de las familia determinaban el rendimiento escolar.
El
mencionado informe, novedoso para aquel tiempo, fue importante por el volumen
de alumnado y familias examinado y viene siendo citado por muchos estudiosos
del tema. Por ejemplo, recientemente en 2010, los también profesores
americanosBorman Dowling[ii]
Otro autor
norteamericano, Reardon (2011)[iii], (profesor de la Universidad de Stanford,
California) señala que en EEUU, entre 1980 y 2010, la diferencia
entre las puntuaciones de estudiantes de familias situadas en el 10% superior de
la distribución de la renta y los que están en el 10% inferior ha aumentado un
40% frente a los 20 años anteriores. El aumento de esta diferencia no se
produce por la caída de las puntuaciones de los estudiantes de menor nivel
socioeconómico, al contrario, en este grupo los estudiantes de nueve años
tienen los conocimientos que sus padres tenían a los 11 años, es decir, han
mejorado. De hecho sus estudios indican que mientras la relación entre el nivel
de estudios de los padres y el rendimiento de los hijos, que era la variable
más importante predictora del éxito escolar en los años ’60, se ha mantenido
relativamente estable durante los últimos 50 años, la relación entre los ingresos familiares y el rendimiento de sus hijos
en la escuela ha crecido considerablemente durante ese período igualando en
importancia a la variable “nivel de estudios de los padres”.
Como viene señalando la
literatura educativa desde hace muchos años, en PISA también se observa una clara
relación entre puntuación y estatus socioeconómico para el conjunto de países
que participan. España con un nivel socioeconómico inferior a la media aparece
también con puntuaciones inferiores a la media, aunque esta relación es menos
fuerte que en otros países, como consecuencia de un grado de equidad superior,
hasta ahora.
Un pormenorizado estudio de la OCDE (entidad
organizadora de los informes PISA) correspondiente a los resultados del año
2009[iv] da
cuenta de este efecto en el conjunto de países participantes.
Ya en lengua española, Villar(2013)[v], también
refiriéndose al informe PISA 2012, señala la relación entre los resultados en
Matemáticas con el esfuerzo y la productividad.
Por otro lado, Serrano (2012)[vi], analizando
el factor ESCS (Índice de Estatus Económico, Social y Cultural [agrega estudios
de los padres, nivel económico, social y cultural]), que según él, tiene buenos
niveles de fiabilidad y una elevada correlación con otros factores
determinantes del nivel socioeconómico de la familia, del informe PISA, afirma
que los factores de carácter socioeconómico afectan a la
eficacia de los procesos y terminan por incidir sobre los resultados y viceversa,
de manera recíproca, originando un
consenso creciente en los países desarrollados en el sentido de que promover
eficientemente la mejora de resultados de la educación constituye una excelente
inversión
El Consejo Escolar del Estado
en su informe de 2013[vii]
referido al curso escolar 2011-12, señala literalmente que el
nivel socioeconómico y cultural de las familias constituye uno de los factores
de contexto que contribuye a explicar, de un modo sustantivo, el rendimiento
académico de los alumnos de las enseñanzas no universitarias. El rango de la
fuerza de la relación entre ambas variables se sitúa, aproximadamente, entre el
diez y el veinte por ciento en los diferentes países desarrollados, dependiendo
del país, y pudiendo variar en función de la naturaleza de las pruebas. No exponemos los detalles,
pero estos pueden consultarse en el propio informe, cuya página web se cita al
final.
El Ministerio de Educación español en la “Evaluación Generalde Diagnóstico de 2010”[viii] referida
al segundo curso de Educación Secundaria Obligatoria, realizada con la
participación de 870 centros, 29.154 alumnos, 4.488 profesores y 843 directores
de toda España, llega a conclusiones parecidas a las del informe PISA anterior
(2009) en lo que se refiere a la incidencia del factor socioeconómico en los
resultados. En este caso el ESCS del informe PISA se sustituye por otro similar
llamado ISEC, y es interesante de consultar porque contiene resultados
pormenorizados de todas la Comunidades Autónomas
Un informe más, PIRLS – TIMSS 2011[ix], estudio
internacional sobre Comprensión Lectora, Matemáticas y Ciencias llevado a cabo
con alumnado de 4º de Educación Primaria (en España participaron 8.000 alumnos
para Lectura y 4.000 para Matemáticas), insiste en lo ya repetido: el factor
socioeconómico influye en los resultados académicos.
¡Cuánta demagogia se vierte culpando a las personas con
escasa formación académica de la desgracia de estar desempleado o muy mal
pagado! ¡Cuántas trabas pone la Autoridad Educativa actual para el mejor
desarrollo escolar y profesional de los estudiantes!: copago en Escuelas
Infantiles, reducción o eliminación de recursos de apoyo o de apoyos
extraordinarios para los retrasados, reducción del importe de las becas
generales cuando más se necesitan, reducción del importe asignado a los
becarios “Erasmus” (¿así se favorece el aprendizaje de idiomas y la
internacionalización?), reducción de los grados y aumento de los másteres que
cuestan el doble, etc., etc.
Pero veamos si hay algún atisbo que permita vislumbrar
alguna mejora para la formación de los actuales estudiantes de cara al futuro.
¿Cómo salvar el obstáculo socioeconómico que lastra los
resultados académicos de la población con menor poder adquisitivo? Esta
pregunta tiene difícil respuesta en el tiempo más inmediato, pero sí se sabe
qué hacer para mejorar la situación en el medio y largo plazo.
En primer lugar, ya hemos podido ver que las nuevas cohortes
de estudiantes (tanto en EEUU como en Europa y España) superan en formación a
sus padres, pues continuemos por ese camino. Y ¿cómo se ha conseguido eso?,
principalmente invirtiendo más en infraestructuras y en recursos humanos así
como en formación del profesorado.
En segundo lugar, dando oportunidad de escolarización
temprana (1, 2, 3 años), gratuita y con refuerzo alimenticio a los hijos de las
familias más desfavorecidas.
En tercer lugar, redistribuyendo la renta nacional de tal
manera que se invierta la creciente desigualdad económica producida en los
últimos 30 años, hacia una más justa retribución por el trabajo, o atención
social suficiente en caso de desempleo, para que las familias dispongan en su
hogar de las condiciones necesarias para que los hijos puedan estar debidamente
cuidados, tanto en atención directa de los padres (jornadas racionales de
trabajo) como en lo que se refiere a vivienda, servicios básicos de energía,
agua, etc. y nutrición suficiente.
Podrían añadirse otros aspectos, pero hemos querido destacar
los más esenciales.
En el próximo artículo hablaremos de cómo influyen las expectativas de los padres
sobre el rendimiento escolar de sus hijos.
[i] Coleman, J. S., Campbell, J. S., Campbell, E. Q.,
Hobson, C. J., McPartland, J., Mood, A. M., Weinfeld, F. D. y R.L. York (1966),
Equality of Educational Opportunity. Washington, D.C.: US Department of Health,
Education, and Welfare. Office of Education (OE-38001 and supp.).
[ii] Borman DowlingSchools and Inequality: A Multilevel Analysis of Coleman’s
Equality of Educational Opportunity Data. Teachers College Record Volume
112 Number 5, 2010, p. 1201-1246 ID Number: 15664, Date Accessed: 2/9/2015 2:40:41 PM. http://www.tcrecord.org/Content.asp?ContentId=15664
[iii] Reardon, S.F.
(2011). The widening academic achievement gap between the rich and the poor:
New evidence and possible explanations, en R. Murnane & G. Duncan (Eds.), Whither
Opportunity? Rising Inequality and the Uncertain Life Chances of Low‐Income Children. New York: Russell Sage
Foundation Press. http://www.hks.harvard.edu/inequality/Seminar/Papers/Reardon11.pdf
[iv] OECD (2010), PISA 2009 Results: Overcoming Social
Background. Equity in learning opportunities and outcomes, Volume II.
[v] Villar, A. (2013), Rendimiento, esfuerzo y
productividad: Análisis de los resultados en matemáticas de los estudiantes
españoles según PISA (2012), en INEE (Ed.), PISA 2012:Programa para la
evaluación internacional de los alumnos. Informe español. Volumen II: Análisis
secundario. Madrid. Autor. http://www.mecd.gob.es/dctm/inee/internacional/pisa2012/pisa2012lineavolumenii.pdf?documentId=0901e72b817ab56d
[vi] Serrano Martínez, L. (2012) “Resultados educativos y
crecimiento económico en España” en Educación y desarrollo. PISA 2009 y el
sistema educativo español. Fundación BBVA. Antonio Villar (coord.). Bilbao.
[vii] Consejo
Escolar del Estado. Informe 2013 sobre el estado del sistema educativo. MECD. https://sede.educacion.gob.es/publiventa/detalle.action?cod=16100
[viii] Evaluación General de Diagnóstico
2010 . Educación Secundaria
Obligatoria (Segundo Curso). Informe de
Resultados. Instituto de Evaluación.
MEC. 2011. www.institutodeevaluacion.educacion.es.
[ix] PIRLS - TIMSS 2011 (2012). Estudio Internacional de progreso en
comprensión lectora, matemáticas y ciencias. Volumen I: Informe Español. MECD.
Instituto Nacional de Evaluación Educativa. www.mecd.gob.es/inee
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