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domingo, 16 de agosto de 2015

FORMACIÓN DEL PROFESORADO Y RENDIMIENTO: BREVES NOTAS HISTÓRICAS



En los artículos anteriores se han expuesto las líneas seguidas, a lo largo de los dos últimos siglos, por las distintas Administraciones del país en relación con la formación del profesorado. La huella dejada a través de las distintas normativas deja constancia de las ideologías, propósitos e intereses de los distintos gobiernos. Observando en su conjunto este periodo de tiempo puede apreciarse un claro afianzamiento, más en unos momentos que en otros, de un progreso técnico en lo que se refiere a las exigencias de acceso a los estudios y también a la duración y modernización de los programas formativos.
Ahora bien, las nuevas estructuras no garantizan por sí mismas la calidad de la formación ni de una posterior práctica exitosa, y este tema es el que se quiere abordar en los artículos siguientes.
Para empezar es obligado decir que antes de que hubiera formación reglada del profesorado ya hubo grandes maestros. Por remontarnos a los orígenes de nuestra cultura, los griegos Sócrates y Platón son un buen ejemplo, como también lo son los romanos Cicerón, Séneca y Quintiliano. A lo largo de la Edad Media las enseñanzas estuvieron en manos de la Iglesia fundamentalmente y, sin duda hubo clérigos destacados en el arte de educar aunque sus enseñanzas estuvieran trufadas por el dogma, San Agustín puede ser un buen ejemplo. Con la llegada del Renacimiento aparecen los “humanistas” como Luis Vives que, como otros, fue prestigioso preceptor de nobles, o el más tardío Juan Amós Comenio conocido como el “Padre de la Educación Moderna”, etc. Ciertamente esta breve selección está interesadamente sesgada por el que suscribe; habría otros “educadores” con otros planteamientos, que los interesados pueden consultar en los textos de Historia de la Pedagogía, pero no es objetivo del artículo extenderse más sobre esta cuestión.
En este punto sería deseable mencionar algunas de las cualidades que adornaron a estos “maestros”, en su mayor parte entresacadas o deducidas de sus escritos (teniendo presente que a pesar de sus virtudes no fueron personajes perfectos, como sucede y ha sucedido en todas las épocas). A continuación se reflejan algunas de las ideas escogidas por este autor que pueden servir de referencia:

  •   Todas las virtudes son el entender (Sócrates).
  • Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud, demasiada severidad y demasiada dulzura (Platón).
  •  La inteligencia consiste no solo en el conocimiento sino en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica (Aristóteles).
  •  Una cosa es saber y otra enseñar (Séneca).
  • Equivocarse es humano, pero solo los estúpidos persisten en el error.ü  No hay que aprender para la escuela sino para la vida (Séneca)
  •  La paciencia tiene más poder que la fuerza.
  •  El maestro debe enseñar no todo lo que sabe, sino lo que el alumno pueda asimilar Comenio).
  •  Enseñar bien es permitir que el alumno aprenda de manera rápida, agradable y completa (Comenio).
  • El buen maestro es aquel que sabe soportar pacientemente la ignorancia de sus estudiantes y al mismo tiempo disiparla con eficacia (Comenio).
  •  ...la escuela debe ser un grato preludio de nuestras vidas... (Comenio).
Traducido al lenguaje común de hoy día, diríamos que un buen nivel, de conocimientos de la especialidad, interés en la tarea, empatía, comunicación, equilibrio y proporción, ejemplaridad y claridad de propósitos, fueron atributos de los grandes educadores, y no los aprendieron en Facultades de Educación, aunque mentiríamos si dijéramos que no dispusieron de un favorable estatus socioeconómico de partida  y, en general, de familias y maestros ejemplares.
¿No son estas mismas cualidades las que la sociedad y más concretamente las familias del alumnado demandan a los profesionales de la educación no universitaria?
Fue la extensión de la enseñanza a las capas populares la que determinó la necesidad de preparar profesionales en cantidad suficiente para atender a su instrucción. Así fue como surgieron las Instituciones encargadas de esta tarea en España en el segundo tercio del siglo XIX y continuó con su implantación gradual en el XX, como ya se comentó en entregas anteriores.
La mayoría de los expertos reconoce hoy que la progresiva mejor preparación del profesorado no universitario ha contribuido al mejor desarrollo educacional de los españoles. Aunque, como veremos más adelante, existe una gran dificultad para desglosar la influencia de la formación del profesorado de otras variables comprendidas en el Sistema Educativo, no es menos cierto, que la progresiva mejora de la instrucción de los españoles, a trompicones y en ocasiones rota por enfrentamientos cruentos (especialmente en 1936), ha corrido paralela a normativa más progresista y ampliación de los periodos de formación inicial del profesorado. Veamos la evolución del analfabetismo:
Año
1900
1960
1970
1981
2007
Europa + URSS


4


España
45,3
13,64
8,8
7,92
2,2
Burgos



2,96

Madrid



3,53

Valladolid



5,6

Jaén



18,09

Badajoz



16,11

Cádiz



13,59

Porcentaje de analfabetismo de la población de Europa, España y algunas provincias en determinados años. Tabla de elaboración propia a partir de datos de Educación. Datos de España y sus regiones. InstitutoNacional de Estadística (2007).
 Según se aprecia en la tabla hasta épocas muy recientes el analfabetismo en España duplicó el promedio europeo. A partir de 2007 no se dan datos por ser una cifra residual. Por otro lado los porcentajes de algunas provincias quintuplican o sextuplican los de otras tomadas como ejemplo. Todo ello subyace como fondo cultural, explicativo, en parte,  de los resultados en determinadas pruebas como PISA.
Desde la aprobación de la Ley General de Educación de 1970, que promovió una formación universitaria para los maestros, las generaciones de españoles que han pasado por el Sistema Educativo (las primeras remesas de beneficiarios tendrán en estos momentos entre 40 y 50 años) han propiciado, junto a otros factores evidentemente, que las estadísticas referidas al porcentaje de españoles con estudios de Educación Secundaria Superior y Universitaria (Bachillerato y FP de Grado Superior más Universidad) haya pasado del 38 % en el año 2000, al 54 en el 2012[i], reduciéndose la distancia con la media de la Unión Europea  en un 20 % en los últimos 20 años, datos que ilustran el cierto paralelismo ya mencionado entre mejora del sistema, mejora de la formación del profesorado y mejora de los resultados de los estudiantes.
Por otro lado, en la idea de afianzar la importancia del tema que nos ocupa, traemos a colación, como muestra, tres citas que apuntalan más si cabe la trascendencia de la materia.
Paul Holdsworth (2010)[ii], en su ponencia en el Congreso Estatal de Formación del Profesorado, señalaba que Si dejamos de lado aspectos extraescolares como el entorno socioeconómico y cultural de los alumnos, la calidad del profesorado  es el factor más importante para explicar el rendimiento de los alumnos…. 
La OCDE (2005)[iii] señala que … existe actualmente un volumen considerable de investigación que indica que la calidad de los profesores y de su enseñanza es el factor más importante para explicar los resultados de los alumnos.
Murillo, Cerdán y Grañeras (1999)[iv], afirman en un artículo publicado en la Revista de Educación que El profesorado es, sin duda alguna, el factor clave del sistema educativo.
En el próximo artículo trataremos de aclarar las dificultades para abordar la investigación sobre esta importante cuestión.




[i] - OECD (2013), PISA 2012 Results: What Students Know and Can Do – Student Performance in Mathematics, Reading and Science (Volume I), PISA, OECD Publishing.

- Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Instituto Nacional de Evaluación Educativa (2013). Panorama de la Educación. Indicadores de la OCDE 2013. Informe Español.  Madrid 2013.

[ii] - Actas del Congreso estatal de formación del profesorado. Junio 2010. Conectando redes. Ministerio de Educación y Formación Profesional. Instituto de Formación del Profesorado, Investigación e Innovación Educativa (IFFIE).

[iii] - OCDE (2005). Teachers matter: attracting, developping and retaining effective teachers. Paris: OECD.

[iv] Murillo, F. J.,  Cerdán, J. y Grañeras, M. (1999). Políticas de Calidad y Equidad en el Sistema Educativo Español. Revista de Educación, núm. 319 (1999), pp. 91-113.

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