La
satisfacción laboral ha sido y es un anhelo de los trabajadores en el seno de
las organizaciones y fueron los movimientos obreros organizados los que
consiguieron un gran avance en este sentido entre mediados del siglo XIX y
mediados del siglo XX (Hobsbaum (1998)[1].
Aunque no existe una definición unánimemente
aceptada del concepto “satisfacción laboral”, las facetas más mencionadas tienen
que ver, con el contenido del trabajo, con el salario y con las condiciones
(horarios, descansos, ambiente, etc.); en definitiva, tiene que ver con cómo se
sienten los trabajadores en relación con su trabajo y el grado en que les gusta
(Anaya y Suárez, 2007[2])
y se da por supuesto que la satisfacción laboral de las personas afecta a su
salud, a su rendimiento, al cumplimiento de los objetivos de la organización y
a su reputación.
La
investigación que relaciona directamente satisfacción laboral y rendimiento del
alumnado en los centros educativos es escasa, como veremos más adelante, por
consiguiente, la mayor parte de las conclusiones obtenidas en este sentido, son
deducciones indirectas derivadas de la creencia de que cuando los profesores se encuentran laboralmente
insatisfechos, tienen más problemas de salud y como consecuencia su rendimiento
y el de sus alumnos es menor. En sentido inverso, se presupone que la satisfacción
laboral promueve mejores logros de los estudiantes.
Uno de los pocos estudios
recientes, que comentamos a continuación, lo llevó a cabo el autor de este blog
y es el que aparece en su
tesis doctoral (Angulo, 2013)[3]. En él
se analizaron las respuestas a cuestionarios por parte de 661 profesores de
Educación Secundaria (494 de centros públicos y 167 de concertados) pertenecientes
a 40 Institutos Públicos y 12 colegios concertados, pertenecientes a todas las
provincias de la Comunidad Autónoma de
Castilla y León, para relacionar la Satisfacción Laboral con la edad, el sexo,
la experiencia docente, el tipo de centro, la ubicación del centro, el número
de alumnos, y el rendimiento del alumnado de 3º de ESO en Matemáticas y Lengua
Española a través de las notas de fin de curso correspondientes a todo el
alumnado de ese nivel en el conjunto de los 52 centros participantes.
Las
dimensiones de Satisfacción Laboral estudiadas en este caso fueron: Tipo de
trabajo que realiza el profesor; relación con los superiores (dirección);
salario percibido; relación con los compañeros y promoción profesional.
Veamos
las conclusiones más importantes:
- El profesorado de los centros privados se siente más satisfecho que el de los centros públicos.
- Los centros rurales presentan un índice más alto de satisfacción que los urbanos, siendo la dimensión relación con compañeros la que marca la diferencia.
- El profesorado de menor edad y experiencia percibe mayor satisfacción, y son las dimensiones salario y relación con compañeros las que marcan la diferencia.
- El conocimiento de episodios de violencia física o verbal grave entre alumnado o del alumnado hacia el profesorado, influye de forma determinante en el sentimiento de satisfacción: menor conocimiento declarado se corresponde con mayor valoración, y viceversa. Esto sucede de manera parecida en los centros públicos y privados y puede estar originado probablemente porque algunos profesores tienen una buena capacidad para manejar (en el mejor sentido de la palabra) el grupo de alumnos y evitar esos episodios.
- El sexo del profesorado, no provoca diferencias significativas en la apreciación de la “satisfacción laboral”.
- Existe una afinidad, entre baja y moderada entre la percepción de la satisfacción laboral, en su conjunto, por parte del profesorado y el rendimiento del alumnado en Matemáticas y Lengua Española. Las dimensiones, salario, relación con compañeros y total, aparecen comunes a Lengua y Matemáticas, y percepción del tipo de trabajo, solo en Matemáticas.
- Merece prestar atención a dos cuestiones singulares, una es que la percepción del salario es la que correlaciona más alto con el “rendimiento”; otra, que la satisfacción respecto de la relación con los superiores que en muchas ocasiones corre pareja con relación con los compañeros, en este caso no se ha producido.
- En relación con la dimensión salario debemos recordar que los centros privados hacen una valoración superior a los públicos, aspecto que es coherente con un mejor rendimiento en dichos centros: mejor percepción del salario se corresponde con mejores notas al alumnado. No hay que olvidar que el alumnado de los centros concertados, en general, procede de familias con nivel cultural y económico superior y ya se sabe que esas variables determinan en gran medida el rendimiento.
- Respecto a satisfacción por tipo de trabajo y su correlación con rendimiento en Matemáticas, se produce la misma circunstancia: en los centros privados esta valoración fue superior a los públicos, con lo que inferimos que los centros privados ponen mejores notas al alumnado, quizás por la influencia de las mismas variables, cultural y económica, que se apuntaban en el párrafo anterior, no porque los profesores inflen las notas artificialmente.
- Y respecto a satisfacción por relación de los profesores con los superiores, vuelve se cumple que el “liderazgo” y dimensiones asociadas, incluida superiores, que son aspectos que conciernen palmariamente a la dirección del centro, no ejercen influencia en el rendimiento, en su versión de nota con que evalúa el profesorado al alumnado.
- Habría que añadir un último matiz a todo lo expuesto y es que el profesorado más satisfecho con su trabajo resulta más motivador para el alumnado.
[1] Hobsbaum, E. J. (1998). La era del imperio, 1875-1914 –
Capítulo 2: “La economía cambia de ritmo”. Barcelona : Crítica.
[2] Anaya, D. y Suárez, J. M. (2007). Satisfacción laboral de los profesores de
Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Un estudio de ámbito nacional. Revista de
Educación, nº. 344, pp.
217-243.
[3] Angulo, J. A. (2013). Cultura Organizacional,
Clima y Liderazgo en Organizaciones Educativas. Tesis doctoral. Universidad de Valladolid (España).
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