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jueves, 5 de diciembre de 2019

PARADOJAS DE LOS INFORMES PISA*
Recién publicado el informe PISA 2018, nos encontramos con que el apartado de lectura correspondiente a España no se puede dar a conocer a causa de fallos técnicos por determinar. Este hecho, sin duda, devalúa el informe, puesto que muchos pensábamos que dichos aspectos referidos a la administración de las pruebas (encargados a una determinada empresa privada) estaban totalmente controlados.
Sin embargo no me resisto a  exponer aquí  mediante tabla y gráfico, y comentar después brevemente,  algunos datos que reflejo a continuación:

Evolución PISA 2009-2018
Zonas
Matemáticas
2009
2012
2015
2018
Media OCDE
496
494
490
489
España
483
484
486
481
Francia
497
495
493
495
Finlandia
541
519
511
507
Castilla y León
514
509
506
502
Madrid
496
504
503
486
Cataluña
496
493
500
490

    

Evolución PISA 2009-2018
 Zonas
Ciencias
2009
2012
2015
2018
Media OCDE
501
501
493
489
España
488
496
493
483
Francia
498
499
495
493
Finlandia
554
545
531
522
Castilla y León
516
519
519
519
Madrid
508
517
516
487
Cataluña
497
492
504
489
        
   

   
Tablas y gráficos de elaboración propia a partir de datos del Informe PISA 2018.

Los resultados pueden resultar chocantes, pero, todo tiene alguna explicación. En el caso de las puntuaciones del conjunto de la OCDE y de los grandes países como España y Francia, las puntuaciones no fluctúan demasiado, es lógico porque se trata de medias y, en magnitudes tan grandes, las diferencias de uno a otro año son escasas. Sin embargo cuando descendemos a una escala geográfica de menor volumen (en este sentido Finlandia es asimilable a la Comunidad Autónoma de Madrid, por ejemplo) se aprecia un claro descenso en las puntuaciones del 2018 respecto a 20l5 en las Comunidades Autónomas reflejadas, siendo en los casos de Madrid y Cataluña especialmente significativo, tanto en Matemáticas como en Ciencias. 

En los próximos días o meses se pondrán de manifiesto algunas razones de estos resultados, pero de entrada, me gustaría citar algunas circunstancias a buen seguro relacionadas: a) Reducción de la inversión en Educación, especialmente en el sector público; b) Llegada a los 15 años (son los alumnos que se examinan) de las cohortes de estudiantes que han estado comprendidos en el ámbito de la LOMCE de Wert durante los últimos seis años, y c) Insatisfacción laboral del profesorado por distintos motivos, entre ellos, la provisionalidad de las normas educativas y la falta de horizonte que esta circunstancia plantea en el quehacer diario.

Algo diferente ocurre con Finlandia, esta es la paradoja. De obtener puntuaciones que le convirtieron en el primero de la clase, a emparejarse con las de Castilla y León. Estoy seguro de que los finlandeses van a investigar el porqué de este resultado descendente producido "en escalera" a partir de 2012. 

Finalmente, quiero insistir, aunque otros lo han hecho antes, en que diferencias de menos de 10 puntos en PISA  son poco significativas, pero la tendencia sí es un dato relevante. El riesgo mayor sería que el profesorado se ocupara más en preparar al alumnado para responder a este tipo de exámenes, en lugar de acometer su formación global, como dicen las leyes y aconseja el sentido profesional y social.

Otro día comentaré alguna otra cosa al respecto.

* Fuente: Informe español PISA 2018, publicado el 3/12/2019.

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