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martes, 7 de julio de 2020

EL LIDERAZGO EN EL ÁMBITO ESCOLAR (8)



INVESTIGACIONES ANTERIORES A 2010

El artículo que se muestra en la tabla que sigue, es anterior a 2010, pero tiene interés por su contraste con los precedentes, fue publicado por primera vez en inglés y posteriormente traducido al español:


El interés de esta investigación reside en su carácter de metaanálisis que analiza 27 estudios publicados previamente en el periodo comprendido entre 1983 y 2005, desarrollados en distintos países (EEUU, 18; Canadá, 2; Australia, 1; Inglaterra, 1; Hong-Kong, 1; Israel, 1; Países Bajos, 1; Nueva Zelanda, 1; y Singapur, 1) comprende dos tipos de investigación diferentes: Una que incluye 22 estudios y compara el liderazgo instructivo y el liderazgo transformacional, y otra que comprende 12 estudios en los que se analizan cinco dimensiones de liderazgo relacionadas con el rendimiento del alumnado.

Del total de estudios 16 se refieren a la etapa de Educación Primaria, cuatro a Secundaria y en siete se mezclan ambas etapas.

El objetivo era relacionar, por un lado, el tipo de liderazgo con el rendimiento del alumnado, y por otro, distintas dimensiones, no encasilladas en liderazgos concretos, con el rendimiento de los estudiantes.
Por el interés que puede tener conocer los autores y las muestras de los 27 estudios analizados, a continuación, se inserta una tabla reducida en la que aparecen reseñados, contemplándose solamente tres aspectos del conjunto:
Como puede apreciarse, 12 trabajos se refieren al liderazgo educativo o instructivo, seis al transformacional y el resto a una variedad de teorías de difícil adscripción.
La primera de las investigaciones (22 estudios) relacionó el tipo de liderazgo (instructivo/transformacional) con los resultados de los estudiantes en Matemáticas, Lectura y Lenguaje, para lo cual los autores recurrieron a convertir esa relación en puntuaciones “z” para poder realizar la comparación, obteniendo así lo que denominan “tamaño de efecto” (efecto débil, 0,0-0,2; efecto pequeño, 0,2-0,4; efecto moderado, 0,4-0,6 y gran efecto, más de 0,6).
De esta manera, los resultados fueron:
-       Impacto del liderazgo transformacional = 0,11
-       Impacto del liderazgo instructivo = 0,42
-       Impacto de otros liderazgos = 0, 30
Así deducen que el liderazgo instructivo o educativo tiene un efecto en el rendimiento del alumnado tres o cuatro veces mayor que el liderazgo transformacional.
En la segunda investigación (12 estudios) se relacionaron cinco dimensiones no adscritas a liderazgos concretos, con el rendimiento del alumnado, consiguiendo el siguiente resultado:
-       Establecimiento de metas y expectativas: tamaño de efecto = 0,42
-       Dotación de recursos estratégicos = 0,31
-       Planificación, coordinación y evaluación de la enseñanza y el currículo = 0,42
-       Promoción y participación en el aprendizaje y desarrollo del profesorado = 0,84
-       Seguridad en un ambiente ordenado y de apoyo = 0, 27
Reconocen los autores que estas investigaciones tienen claras limitaciones debidas, a la escasez de estudios que pudieron obtenerse (cinco de ellos no pudieron utilizarse), a las distintas metodologías de cada estudio, a las distintas etapas educativas incluidas, a los diferentes protocolos para obtención de datos, etc., reconocimiento que les honra. Aún así, insisten en afirmar contundentemente la potencia del liderazgo instructivo en relación con el transformacional.
Algunas críticas (del que suscribe) al respecto:
Sin restar interés al conjunto, por el gran esfuerzo de análisis realizado por los autores y, especialmente, respecto a las conclusiones del estudio, se intenta delimitar una pequeña parte del mismo que puede ayudar a un mejor entendimiento de algunas de las deducciones.
Del total de investigaciones que contempla el metaanálisis se han seleccionado las que reúnen tres criterios: a) Aquellas realizadas 10 años antes de la publicación (1996-2006); b) Las que tienen claramente definidos los estilos de liderazgo, transformacional o instructivo y c) Las que muestran resultados del alumnado en pruebas curriculares y se explicita la magnitud del efecto. De esta manera, llegamos a la selección de la tabla que sigue:
Aunque los estudios más antiguos puedan tener un gran valor, es difícil que sirvan de la misma manera para compararse con los más modernos, que utilizarán protocolos más elaborados y matizados para definir el liderazgo, así como sus dimensiones, razón por la que en esta selección se han descartado los más alejados en el tiempo.
Los desarrollados en países o regiones con culturas muy diferentes son también difíciles de comparar, así ocurre con Singapur o Hawaii en relación con el llamado “mundo occidental” al que pertenecen USA, Holanda o Reino Unido.
Por otro lado, la inmensa mayoría de estos estudios se han producido en USA, cuyos directores de centros tienen un marcado carácter gerencialista, también en Reino Unido actualmente, lugares en los que predomina, con gran diferencia, la orientación a “resultados” en lugar de la orientación a “valores”, circunstancia que determina el rol de la dirección.
En la primera investigación había 12 estudios en que el liderazgo estudiado era el “instructivo” y en solo seis el “transformacional” (hay que recordar que desde 2010 este concepto se ha matizado de diversas maneras, compartido, democrático, etc.). En la nueva y última tabla, seleccionados los más nuevos temporalmente hablando, se aproximan en número, cuatro, tres y uno integrado, y es uno de los transformacionales el que presenta un efecto más fuerte en el rendimiento, seguido del llamado “integrado” (instructivo + compartido), con gran diferencia, en el impacto sobre el rendimiento del alumnado.
En fin, no queda claro que el liderazgo instructivo por sí solo sea el que produce unos resultados mejores en los estudiantes.

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