BAJÓN
EN LECTURA
El
informe PISA correspondiente a 2018 (Lectura, Matemáticas, Ciencias,
Competencia Global y Competencia Financiera) patrocinado por la OCDE desde el
año 2000, que está dirigido al alumnado de 15 años (en esta edición se
examinaron 600.000 estudiantes de 79 países [España participó con 1.000 centros
y 35.000 estudiantes]) fue publicado a nivel internacional en noviembre de
2019, pero en España el apartado de LECTURA no se publicó por problemas en la
aplicación de las pruebas en alguna Comunidad Autónoma del centro del territorio
nacional. Finalmente, un año más tarde, ha sido dado a conocer sin aclararse
cuáles fueron las irregularidades detectadas.
En todo caso, quiero destacar algunos datos y comentarlos con brevedad.
En
principio, he seleccionado solamente las puntuaciones referidas a unos pocos
países y algunas Comunidades Autónomas (no sería operativo un macroartículo
intentando mostrar un ingente número de datos para difundir por este medio).
Para ampliar información gratuita puede acudirse a la página web del Ministerio
de Educación y picar en el apartado de “publicaciones”, donde se podrá ver este
y otros informes.
Veamos la tabla y gráfico que siguen:
Lo vemos gráficamente:
La primera
apreciación es que, en los siete casos reseñados, la puntuación en lectura ha
descendido del año 2015 al 2018, pero mientras que, en el conjunto de la OCDE,
Francia y Finlandia, las diferencias son escasas y no son estadísticamente
significativas, en el caso de España y las Comunidades Autónomas de Castilla y
León, Madrid y Cataluña, esas diferencias son importantes y estadísticamente
significativas, especialmente en lo que se refiere a la Comunidad de Madrid.
Seguro que no hay una única causa, pero ya ha ocurrido en otras ocasiones en
otros países europeos, que después de recortar las inversiones en Educación
durante varios años, aparecen esos descensos, y bien es sabido lo que ha
ocurrido en España entre 2011 y 2018. La Ley Wert, desde luego no consiguió que
las puntuaciones se mantuvieran; en el corto plazo las leyes educativas
difícilmente consiguen mejorar el rendimiento del alumnado y menos aún la
LOMCE, pero sí predisponen el sistema para empeorarlo o mejorarlo.
Segunda. Hay que
decir que la Comunidad Autónoma de Castilla y León es la que obtiene las
puntuaciones más altas de toda España, pero aún así el retroceso es
considerable; las autoridades educativas de esta Comunidad deberían investigar
cuál es la razón, en lugar de presumir por estar en el primer puesto. En este territorio,
la inversión en los centros públicos de Educación Obligatoria descendió,
mientras aumentó en los centros concertados, considerados conjuntamente.
Tercera. El
Informe PISA nos dice que en la Unión Europea solamente el 11% de los estudiantes
están matriculados en centros privados (concertados y totalmente privados),
mientras en España son el 32%, y si nos ceñimos a las poblaciones mayores de
20.000 habitantes (que es donde se ubican los centros concertados) el porcentaje
se acerca al 50. Este es un dato relevante que, a menudo, olvidan los que
defienden el sector concertado. Justamente la circunstancia de que en las zonas
rurales solo haya escuela pública es la que provoca que el gasto por alumno sea
más alto que en la concertada; si el cálculo se hiciera teniendo en cuenta
solamente las ciudades de más de 20.000 habitantes, el gasto sería parecido.
Cuarta. En la
misma línea el informe señala que en la Unión Europea el rendimiento medio en
lectura, de los estudiantes de centros concertados, es significativamente más alto
que en los públicos. En España la diferencia es de 25 puntos, en Madrid 35 y en
Castilla y León es solo de cinco puntos.
Quinta.
Continuando con lo que apunta el informe, el Índice Socioeconómico y Cultural
(ISEC) familiar es un factor determinante del rendimiento académico, lo
sabíamos desde hace mucho tiempo. Los estudiantes favorecidos en esta variable
manifiestan un aprovechamiento significativamente más alto que el del alumnado
desfavorecido. En la Unión Europea la puntuación media diferencial estimada
entre ambos grupos extremos es de 93 puntos.
Estos cinco
puntos se han extraído del informe que, como se ha indicado al inicio, está patrocinado
por la OCDE, organización ante la que el exministro Wert fue nombrado Embajador
de España por el Gobierno de Rajoy cuando dejó su cargo en 2015; su
pareja, Montserrat Gomendio, Secretaria de Estado de Educación mientras él
ocupaba el cargo de Ministro, por las mismas fechas pasó a ocupar el cargo de Directora
Adjunta a la Dirección de Educación de la OCDE.
Los informes de
la OCDE aportan importante conocimiento, pero no estaría demás que añadiera
algún otro ámbito de estudio menos economicista, por ejemplo, Grado de Sensibilidad en Derechos Humanos.
De todo lo dicho,
y más que aparece en el PISA 2018, puede deducirse, por un lado, que los datos
y conclusiones no se los ha inventado la actual Ministra de Educación, señora
Celaá, y por otro, la urgente necesidad de potenciar la Educación Pública, en
la que estudian los más desfavorecidos. Ello no obsta para que siga existiendo
la Escuela Concertada, en la que también se encuentran algunos centros que
reciben alumnado de extracción socioeconómica y cultural precaria.
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