Mientras el Ministro de
Educación español, Wert (conservador), nos abrasa con exámenes externos,
reválidas y rebajas en la participación de la comunidad educativa en el
gobierno de los centros, su homólogo de Irlanda, Ruairi Quinn
(socialdemócrata), está justamente intentando lo contrario.
El gobierno irlandés está
formado por una coalición de partidos, el “Fine Gael” (demócrata-cristiano) y
el “Labour Party” (socialdemócrata). En las últimas elecciones habidas en 2011,
el “ Fine Gael” consiguió 38 % de los votos y el “Partido Laborista” el 19 %. A
pesar del escaso peso en votos del Partido Laborista, el ministro Quinn intenta
introducir algunas reformas.
El actual sistema educativo
irlandés ya tiene, al menos, dos “reválidas”, los exámenes generales iguales
para todos de fin de la Secundaria Obligatoria, “Junior Certificate”, y de fin
de la Secundaria Superior, “Leaving Certificate”. Sin embargo, estos exámenes
son criticados por el propio ministro por estar basados en la memorización
(“rote-learning”), suponer una prueba de
sufrimiento (“trial by ordeal”) y propender a la inequidad en
oportunidades. Para intentar
sustituirlos por otros procedimientos de evaluación, el Departamento está
realizando consultas con los centros, padres y profesorado. De todo esto se hacía
eco la prensa irlandesa de hace unos días (“Irish Independent”, el lunes, 16 de
junio), justo coincidiendo con las fechas de las pruebas citadas.
Para el nuevo curso 2014-15,
comenzará a implantarse allí otra iniciativa que da protagonismo al alumnado y
sus familias. Se trata del “Education
Passport” para el alumnado de 6º de Educación Primaria en su paso a Secundaria,
que supone, además de la información habitual referida al rendimiento
académico, una información proporcionada por el propio alumno respecto de sus
intereses, gustos, aspectos relacionales y extraescolares, y en el mismo
sentido, otra proporcionada por los padres o tutores que, en todo caso, será
confidencial . Todo ello con el objetivo de que los profesores y centros de
Educación Secundaria dispongan de mejor información para ayudar a los alumnos a
mejorar sus resultados.
Es verdad que Irlanda y España
tienen algunas coincidencias, pero las diferencias son importantes: población
(5.000.000 contra 47.000.000), proporción educación pública-privada (un tercio
pública en Irlanda, aproximadamente, por dos tercios de pública en España),
alumnado inmigrante (alrededor del 4% en Irlanda por el 8% en España), índice
de paro (12 % en Irlanda por 26 % en España), renta Per Cápita (35.000 €
Irlanda por 22.000 € España), gasto en educación Per Cápita (2.000 € Irlanda
por 1.000 € España).
Desde esta perspectiva, cuando
miramos los datos obtenidos por Irlanda en los informes PISA (501 en
Matemáticas, 523 en Lectura y 522 en Cultura Científica) y los comparamos con
los de España (484, 488 y 496 respectivamente) no nos sorprenden. Sin embargo,
los resultados de Castilla y León en el mismo informe (509, 505 y 519
respectivamente) son muy similares a pesar de que aquí no hay reválidas, hay
más escuela pública, hay mucha población rural y la renta Per Cápita de la
región es de algo menos de 22.000 €.
¿De verdad hace falta la LOMCE
de Wert para mejorar el sistema educativo?
Parece claro que la mirada
socialdemócrata es más interesante y justa, aunque en Irlanda el todo poderoso
sector de la Escuela Privada Católica intentará por todos los medios impedir el
cambio pretendido por el Departamento de Educación.
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